Durante el transcurso de la reunión que duró día y medio se desarrollaron todos los aspectos importantes en los que se estaba trabajando en cada subcomité para que las normas de producto cumplan con todo lo indicado por la Comisión para estar en línea al nuevo Reglamento de Producto de la Construcción – RPC y por fin puedan ver la luz. En este sentido, el presidente del TC 154, Jonathan Simm, destacó dos conceptos clave que describen la situación actual:
- Urgencia: Debido a la necesidad de priorizar métodos de ensayo y contar con expertos en los grupos de trabajo (WG) que realicen las tareas necesarias para finalizar las Reglas de Categoría de Producto (PCR, por sus siglas en inglés) desarrolladas en el WG 13.
- Recursos: Esta urgencia implica una carga de trabajo significativa para los equipos de liderazgo, expertos y comités espejo.
Por otra parte, en la primera parte de la reunión, participó Oscar Nieto, de la Dirección General de Mercado Interior, Industria, Emprendimiento y Pymes (DG GROW), que destacó que los cambios del RPC buscan simplificar y clarificar el marco regulatorio, facilitando la innovación y mejorando la competitividad de la industria europea de la construcción. En resumen, el nuevo RPC amplía el alcance de las normas armonizadas para incluir criterios de sostenibilidad, refuerza la prohibición de requisitos adicionales por parte de los Estados miembros y busca fomentar un mercado más integrado y sostenible para los productos de construcción en la Unión Europea.
El nuevo Reglamento de Productos de Construcción (RPC) introduce cambios significativos que afectan a las normas armonizadas. Según la propuesta de la Comisión Europea, adoptada el 30 de marzo de 2022, se establecen condiciones armonizadas para la comercialización de productos de construcción, derogando el Reglamento (UE) nº 305/2011.
Una de las modificaciones clave es la ampliación del alcance de las normas armonizadas para incluir aspectos relacionados con la sostenibilidad ambiental y la economía circular. Esto implica que las normas armonizadas no solo evaluarán el rendimiento técnico de los productos, sino también su impacto ambiental, promoviendo prácticas más sostenibles en el sector de la construcción.
Además, el nuevo RPC refuerza la obligación de los Estados miembros de aceptar productos que cumplan con las normas armonizadas, sin imponer requisitos adicionales. Esto garantiza la libre circulación de productos de construcción en el mercado único europeo y evita barreras técnicas al comercio.