Más de 800 congresistas. Este dato es uno de los que más resaltan a la hora de analizar la celebración del VI Congreso Nacional de Áridos. Eso sí, no es el único. Este congreso, al que, desde el principio bautizamos como el Congreso del Reencuentro no ha defraudado a nadie.
En 2022, todos los ciudadanos han descubierto que sin recursos minerales que explotar sosteniblemente, están a merced de terceros países y que su nivel de vida puede empeorar drásticamente. Las materias primas están en el centro de la escena política mundial. Por eso, la secretaria de Estado nos anunció la próxima publicación de la Hoja de Ruta para la Gestión Sostenible de las Materias Primas Minerales para el conjunto del país y la publicación de una herramienta para el cálculo de garantías financieras para la rehabilitación. En debates posteriores, se reforzó la idea de que tener una estrategia como país es crítico para el acceso a los recursos locales y de kilómetro cero y un punto de partida para que la sociedad comprenda que necesita usar los recursos minerales para mantener sus estándares de calidad de vida.
Realizamos la presentación de nuestro Plan Estratégico Áridos 2030, con sus seis ejes, 33 líneas y 150 acciones, que permitirán que nuestras empresas alcancen sus objetivos de rentabilidad y de sostenibilidad.
En este congreso hemos tenido la ocasión de conocer la Estrategia para la Producción Sostenible de Materias Primas del Principado de Asturias, la perspectiva de la CEOE sobre el cambio de paradigma que está transformando radicalmente el marco en el que se desenvuelve la industria, la Hoja de Ruta 2030 de la UEPG y las tendencias en la industria de áridos mundial del GAIN.
De la reunión entre los directores generales de Minas y jefes de servicio, las conclusiones de la presentación del Plan Estratégico han sido a impulsar la colaboración entre la industria y las administraciones para:
– Garantizar el acceso a los recursos locales con una tramitación administrativa simplificada, disponiendo de estrategias sobre materias primas minerales.
– Mejorar la imagen y la reputación del sector frente a la sociedad, buscando la complicidad con el territorio.
– Erradicar la actividad ilegal y sumergida y de la competencia desleal.
– Ayudar a que el sector pueda ser un actor principal de la economía circular.
– Impulsar la digitalización y la participación en proyectos de I+D+i.
– Lograr una mejor aplicación de la legislación y control eficaz y homogéneo de su cumplimento.
Además, se ha acordado crear un foro de buenas prácticas sobre agilización administrativa para compartir los cambios normativos y lograr una mayor eficiencia por parte de la administración. También, se ha debatido sobre la evolución de los modelos de restauración para la mejor integración de la biodiversidad, la contribución a la economía circular y el fomento de la instalación de las energías renovables.
En este sentido, el congreso ha terminado de situar a las empresas de áridos, en el centro del escenario de la economía circular, una de las revoluciones más importantes, que se está afrontando, en toda Europa. La economía lineal es historia. Pero nuestra gran contribución es la durabilidad de los áridos y el potencial de gestión que tienen nuestras explotaciones mineras.
Asimismo, se han explorado vías de colaboración y de actuación en materia de energía, para fomentar la introducción de energías renovables a través del autoconsumo en las explotaciones y las plantas de tratamiento, para la eficiencia energética, y también buscando el apoyo para el sector a través de programas de ayudas, líneas de apoyo a la inversión, desgravaciones fiscales y líneas de crédito.
Como conclusión, puede asegurarse que la industria de los áridos es, y seguirá siendo, imprescindible para el desarrollo económico y social de España. El Plan Estratégico Áridos 2030 considera e identifica todas las cuestiones mencionadas en este resumen del congreso y propone soluciones y acciones para progresar en todas ellas sin excepción.
Aún así el sector debe hacer todavía un importante esfuerzo para colocarse a la vanguardia del desarrollo sostenible y la neutralidad climática y lograr, así, una aceptación social plena.