El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha anunciado una nueva línea de ayudas dotada con 500 millones de euros, destinada a fomentar la eficiencia energética en sectores clave de la economía española como la industria, la edificación, la movilidad y el frío industrial.

La iniciativa, que se enmarca en el Fondo Nacional de Eficiencia Energética y será gestionada por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), tiene como objetivo reducir el consumo energético, las emisiones de gases de efecto invernadero y los costes energéticos, al tiempo que se impulsa la competitividad industrial y se genera empleo verde.

Según ha señalado el secretario de Estado de Energía, Jorge Sanz, esta convocatoria forma parte de los esfuerzos del Gobierno para acelerar la transición hacia un modelo energético más sostenible, en línea con los compromisos climáticos asumidos por España y la Unión Europea.

Las ayudas apoyarán proyectos que incorporen tecnologías innovadoras en eficiencia energética, gestión de la demanda, autoconsumo, almacenamiento eléctrico, climatización eficiente o movilidad eléctrica.

Se contemplan también proyectos singulares, como iniciativas integrales de rehabilitación energética en edificios del sector terciario, sustitución de flotas contaminantes por vehículos de cero emisiones, redes de calor y frío renovables, o mejoras tecnológicas en procesos industriales intensivos en energía.

Las ayudas estarán dirigidas a empresas privadas, entidades del tercer sector y administraciones públicas, que podrán presentar sus proyectos a través de convocatorias gestionadas directamente por el IDAE o por las comunidades autónomas. El programa contempla tanto subvenciones a fondo perdido como mecanismos de financiación combinada.

La inversión forma parte de un conjunto de actuaciones más amplio contemplado en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2023-2030, que prevé alcanzar una reducción del 32,5 % del consumo de energía primaria mediante mejoras en eficiencia.

Según estimaciones del Banco Mundial, por cada dólar invertido en eficiencia energética se generan entre tres y cinco dólares de retorno económico, además de importantes beneficios en términos de empleo y competitividad.

En este sentido, la nueva línea de ayudas busca dinamizar sectores estratégicos como la construcción, la industria manufacturera y los servicios energéticos, al tiempo que se promueve la innovación y el uso de tecnologías limpias.

Además, empresas especializadas en digitalización energética, como Smarkia, destacan que 2025 será un año clave para el despliegue de soluciones basadas en inteligencia artificial, automatización de redes y análisis predictivo del consumo, lo que puede multiplicar el impacto de estas ayudas.

Con esta medida, el Gobierno reafirma su compromiso con un modelo energético más eficiente, resiliente y sostenible, en el que la reducción del consumo y la mejora de los procesos energéticos desempeñan un papel fundamental.

Se espera que esta inversión sirva como catalizador para la modernización del tejido productivo, la mejora del bienestar ciudadano y el cumplimiento de los objetivos climáticos a medio y largo plazo.